Véase aquí al turista en un alto en el camino comprobando concienzudamente el recorrido. Uno de estos lugares fue Kritsa, un pueblo construido en una colina, con calles en cuesta, rodeado de olivos cuya visita nos recomendaron.
Y no se equivocaron porque nos encantó. Kritsa es un pueblo tradicional de unos 2000 habitantes, situado en un enclave escarpado, donde los asnos aún ayudan como antes y desde donde se ve el mar de Agios NikolaosKritsa también estaba aletargado, vestido de navidad. Los dos únicos visitantes éramos nosotros, pero se intuía la animación del verano en sus tabernas con sillas amontonadas y sus calles en cuesta llenas de rincones bonitos.Pedimos un café griego en una "taverna" y no faltaron los dulces de regalo. La hospitalidad y la amabilidad en Creta es tarjeta de visita.
Qué buena pinta, eh? Pues aún eran mejores de lo que parecen.
Delicias griegas.
5 comentarios:
Després no vinguis amb allò dels quilos que t'has posat, reina, que no te n'estàs de res.
(Per cert les pupil·les del Rankin m'han impactat)
Ole con los reportajes de mi Carmen.
Que te sea leve la vuelta al cole después de tanto paseo.
Sí que vindré amb això, Anna, i tant... "Me he abonao", filla, m'hauràs d'aguantar...
Efgaristó, Gema!
Ευτυχώς ξεκινήσαμε την Παρασκευή
PD: Venga, trabaja un poco que estás muy gandula, je,je
Muy chulo y muy mediterráneo. Lo de los kilos se pasa mujer, no te preocupes.
Se pasa... de rosca, je,je!!
Un beso, Manu!!!
Publicar un comentario