viernes, 25 de diciembre de 2015

sábado, 5 de diciembre de 2015

TURÍN LA DISCRETA


Turín es una ciudad con un magnífico patrimonio histórico y artístico. y sin embargo no está dentro de los clásicos circuitos turísticos de Italia. A los pies de los Alpes-, eso quiere decir Piamonte, región de la que es capital-, y a orillas del Po y del Dora,  Turín ha ocultado sus muchos tesoros detrás de esa fama industrial aportada por la Fiat, la Olivetti, y muchas de las famosas marcas italianas originarias de aquí.

Eso salva a quien la visita de las multitudes de otras ciudades italianas como Roma o Florencia, y permite disfrutarla como si fuera uno más de sus habitantes, con quien por cierto a menudo te confunden hablándote en piamontés, un idioma hablado por más de dos millones de habitantes en la zona y que Italia no reconoce como lengua oficial.

El río Po a su paso por Turín.
Al fondo, la preciosa iglesia de la Gran Madre di Dio.

1. Comercio, más comercio... ¡ y 18 kilómetros de porches!
Por el centro histórico se suceden los porches con tiendas, históricos cafés y establecimientos antiguos preciosamente conservados, haciendo de la ciudad un enorme paseo techado, donde detenerse de vez en cuando a tomar un Bicerin, - mezcla dulzona de crema de leche, sirope, chocolate y café que vuelve locos a los turineses-, un vermut, o un estretto, según la hora del día. Por esos porches benéficos en días de frío y lluvia, se puede curiosear en las más variadas tiendas, o disfrutar en uno de sus restaurantes de unos excelentes Agnolotti -pasta rellena de carne-,o un riquísimo "polpettone"- albóndiga gigante-, o deleitarse con uno de esos deliciosos bombones de chocolate y avellanas que se inventaron aquí.

Los pórticos de la Via Roma
Algunas zonas porticadas como las de la Via Roma tienen suelos lujosos y techos artesonados, y albergan tiendas de lujo.  Otros porches tienen suelos y techos más populares y sencillos y las tiendas que cobijan son más campechanas y con sabor a pasado. Pero todas bullen de vida y de ambiente, incluso en domingo, ya que muchos establecimientos están abiertos.



Las magníficas galerías cubiertas - más de 18 Km. de pórticos tiene Turín-, son una de las cosas que me ha entusiasmado de esta hermosa ciudad, que asume su belleza y su historia discretamente, sin la notoriedad que debería darle el haber sido durante un tiempo la primera capital de la Italia unificada, tierra de los Saboya, compendio extraordinario de elegante arquitectura barroca y neoclásica.

La Galería Subalpina, una preciosidad en la que pueden encontrarse
deslumbrantes establecimientos llenos de nostalgia
como una librería, una tienda de antigüedades,
dos maravillosos restaurantes, un vetusto cine...
Todo impregnado de la fascinación de otros tiempos.
Uno de los restaurantes de la Galería Subalpina
¡Aquí, como podéis ver, hasta el McDonald's tiene estilo!
Pero en Turín, el comercio no son sólo las grandes marcas de las calles lujosas ni las históricas tiendas: a lo largo de muchos de los porches también se instalan innumerables puestos ambulantes de artesanía y mil y un productos, mercados de anticuario con piezas realmente bonitas,así como mercados gastronómicos con toda suerte de manjares y especialidades piamontesas.

El mercado de antigüedades de Piazza Vittorio
El mercado gastronómico dominical de Via Palazzo di Città
 Y dentro de este comercio popular no hay que olvidar el mercado de Puerta Palazzo, el mercado al aire libre más grande de Europa, en el que se puede encontrar de todo por peregrino que parezca. Puestos de verduras, quesos, artículos de limpieza, flores, ropa...
La clientela multiétnica lo recorre para encontrar los mejores productos o las auténticas gangas.










Por supuesto en Turín no pueden faltar ejemplos que demuestren lo estilosos y vanguardistas que son los italianos ...  véase si no esta ÓPTICA!


2. Iglesias, Museos y Palacios por todas partes

La Catedral de San Juan Bautista
donde se guarda la Sábana Santa,
es el único ejemplo concreto
de la arquitectura renacentista en Turín. 
Una de las cosas por las que Turín sí que es conocida popularmente es por custodiar la Sábana Santa, el Sudario con el que se cree que se amortajó a Jesucristo y que en contadas ocasiones se expone. Precisamente este año 2015 -y después de una espera de 5 años-, se expuso desde mayo hasta junio y recibió un aluvión de visitantes y peregrinos a los que atendieron más de 4.500 voluntarios. Era mostrado durante 12 horas en una caja especialmente acondicionada en la Catedral de san Juan Bautista. En nuestra visita a la catedral, que curiosamente es una de las iglesias más sencillas de Turín, vimos el relicario donde se guarda, además de un vídeo en varios idiomas en que se explican las características del Sudario.
Precisamente otras iglesias turinesas son mucho más ricas que la sencilla catedral, como la barroca Real Iglesia de San Lorenzo, con una preciosa cúpula; la Basílica de María Auxiliadora, la Iglesia de Santa Cristina o la Basílica de Superga.





Detalles de las iglesias de Turín
En la oferta artística y cultural turinesa no sólo destacan sus importantes iglesias: el Palazzo Reale en la Piazza Castello abre sus lujosas dependencias y jardines. La Armería Real, la Biblioteca, los salones y gabinetes, las salas de juntas y de audiencias muestran la riqueza de la Casa de Saboya, la histórica familia de la nobleza del norte italiano que llegó a reinar no sólo en Italia sino también en España.
El dios romano Pólux custodiando al atardecer 
la entrada del Palacio Real en Piazza Castello.
Al otro lado de la entrada y también a caballo, el dios Cástor.
Un poco más allá, el Palazzo Madama, la excelente colección de la Galleria Sabauda, el Museo Nacional del Resurgimiento italiano o la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo, permiten explorar los tesoros artísticos de Turín, una ciudad con más de 40 Museos entre los que también destacan el Museo Egipcio, -el segundo más importante del mundo después del de El Cairo por la cantidad e importancia de sus piezas-, y el Museo Nacional del Cine,-instalado en la espectacular Molle Antonelliana, símbolo de Turín.

Entrada al Museo Egipcio, ubicado en el Palazzo dell' Accademia de la Scienze

La Molle Antonelliana que se recorta en el skyline de Turín fue obra de Alessandro Antonelli y en un principio su destino era ser la sinagoga de la comunidad hebrea de la ciudad, pero diversas vicisitudes la llevaron a albergar en una instalación original y espectacular el Museo de Cine. cuya visita es entretenidísima.

La Molle Antonelliana con sus más de 160 metros, alberga el Museo Nacional del Cine.
El edificio es espectacular y un ascensor interno recorre por dentro el museo
y lleva a los visitantes hasta un mirador,
desde donde se puede ver la bella panorámica de la ciudad.
El Museo esta lleno de secciones dedicadas a efectos especiales,
cine mudo, cine italiano, carteles, vestuarios originales...
La visita en espiral hacia lo alto de la cúpula es muy llamativa

y su sección de la óptica y la imagen a través del tiempo muy pedagógica.
El resultado da lugar a una muy interesante visita.
Cuando se sale otra vez a la calle después de las visitas culturales no cuesta nada volver al pulso animado de la ciudad, con sus cafés, regias pastelerías y numerosas tiendas y hacer altos en el camino en sus bonitas plazas.

3.Plazas y más plazas
Además de esos kilómetros porticados que la hacen elegante y animada, y esa posibilidad de visitar sus elegantes monumentos, Turín tiene otro atractivo que la hace agradable: ese entramado de calles perpendiculares - llamado con razón Cuadrilátero-, está adornado de plazas grandes y pequeñas, monumentales o sencillas, imponentes o discretas.


Piazza San Carlo, Piazza Castello, Piazza Vittorio, Piazza Statuto, Piazza Palazzo di Cità, Piazza della Repubblica, Piazza Carlo Alberto, Plaza Cavour...
Cada una de ellas tiene sus particulares características que las hacen especiales e ineludibles: Palazzos magníficos, espléndidas Iglesias o señoriales edificios que dan idea del importante patrimonio de esta ciudad, que curiosamente permanece un poco olvidada para el turista.

Las características farolas  de la Piazza San Carlo, llamadas farolas imperio

4. Marcas y más marcas
Toda esa riqueza y elegancia urbanística de Turín ha ido de la mano a lo largo de la historia con su marcado carácter laborioso e industrial. De hecho, esa ciudad majestuosa ha sido también bandera del progreso italiano.  Por eso se me hace difícil entender que no tenga la fama de otras ciudades italianas como Milán -por poner un ejemplo cercano a ella-, a la que bajo mi humilde punto de vista supera en belleza y amabilidad.

FIAT, MARTINI, CINZANO, FERRERO ROCHER, KINDER, NUTELLA, OLIVETTI... marcas conocidas mundialmente,  que han llevado los productos de la industria italiana a los más recónditos lugares del mundo y los pingües beneficios a las arcas turinesas e italianas, tienen su origen en el Piamonte y Turín.



Los Ferrero Rocher son una evolución del "gianduia" creado por un pastelero en 1807, que empezó a substituir el cacao que faltaba por el embargo sufrido durante la ocupación francesa del Piamonte por  unas cuantas avellanas.  Así se originó esta delicia que puede degustarse en las pastelerías de Turín y que la poderosa firma Ferrero comercializó para placer de todo el mundo.


El vermut es un clásico en Turín. Se puede tomar a culquier hora, faltaría más, pero así como aquí el aperitivo suele ser al mediodía, preliminar de la comida, en Turín es por la tarde, y es la antesala de la cena.  Hacia las 7 de la tarde las terrazas y los bares de Turín se llenan para tomar el aperitivo. Aunque hay bares que sirven vermuts caseros, la mayoría pide Martini o Cinzano. La larga tradición vermutera se remonta varios siglos, cuando empezaron a aromatizar el vino blanco
con especias traídas por los mercaderes venecianos.




Así, entre paseos, comercios, museos y magníficos edificios, y con una animación digna de tener en cuenta, hemos pasado un ameno fin de semana en Turín, esa aparentemente olvidada ciudad italiana, que yo a bien seguro no olvidaré.
Dejo un bonito artículo sobre Turín de Lorenzo Caprile que me ha gustado leer.









CI VEDIAMO, TORINO!!

lunes, 21 de septiembre de 2015

CAMPANYA


Banqueros que anuncian cataclismos, como si no fueran suficientes los que ellos mismos ya han provocado. Militares que amenazan con intervenciones ejemplarizantes. Políticos de la capital que se instalan aquí y ningunean a los candidatos catalanes. Burdas interpretaciones de las declaraciones de dirigentes extranjeros. Ministros que pronostican las siete plagas. Intelectuales que callan y otorgan. Exministras que ofenden con comparaciones odiosas y malintencionadas. Periodistas maleducados que someten a un tercer grado policial a los entrevistados de "aquí" pero que se guardan mucho de hacerlo con los de "allá". Juntas Electorales que obligan a minutajes por decreto. Hordas de tertulianos que acometen al único que disiente. La táctica del miedo y la descalificación. La carencia democrática absoluta.

Han salido con todo.

¡Y aún queda una semana!

No descarto que salgan los obispos y nos excomulguen en breve.

martes, 11 de agosto de 2015

COPENHAGUE ... ( y 3)

Algún apunte queda en el tintero, vamos con la última entrega. 

¿Hay tantas rubias? ¡Ya lo creo! ...¡Y guapas, la verdad!
Y vestidas de negro, que así se nota más que son rubias, jeje
Estoy convencida de que en el fondo de armario de las escandinavas 
siempre hay bastante negro, algo blanco... y el consabido jersey blanco con rayas azules.







¡Peatones, sí!! Lo apacible que resulta Copenhague en general no es debido únicamente a los mayoritarios desplazamientos en bicicleta, sino también a las grandes zonas peatonales que tiene la ciudad. La red peatonal de Copenhague se ha extendido hasta tener unos 100.000 m2.. Un lujo.

Stroget es una zona peatonal en el centro de Copenhague.  
Es el paraíso de los compradores. 
Está llena de tiendas caras, marcas... .  y gente.
A mí me gustaron mucho más las calles peatonales adyacentes, 
mucho menos concurridas y llenas de pequeñas tiendas, galerías, 
y restaurantes diminutos de todo tipo de cocina.
Una ley municipal impide que las grandes superficies devoren a los pequeños comerciantes, y los peatones pueden elegir entre cantidad de originales tiendas, vanguardistas galerías e increíbles talleres en los que se hace y se diseña de todo. 



¿Obras en verano? ¡No pasa nada!!

Había muchas obras en Copenhague. Las más notorias eran las de la plaza Kongens Nytorv, una de las plazas más concurridas en el centro de la ciudad. 
Primero me dije: vaya temporada para hacer obras, cuando está a tope de turistas.  Pero después pensé que en estos climas el verano debe ser la mejor época para hacerlas, sin las dificultades añadidas por la lluvia persistente, la nieve o las bajas temperaturas de otras estaciones.
En fin, por lo que fuera, había muchas obras.  Pero los daneses, que son muy creativos y positivos, lo que hacen es taparlas con montajes artísticos, de manera que donde hay una obra, hay también una curiosa exposición.
Véanse los ejemplos de los murales y los bonitos tinglados que se pueden ver "tapando obras" en Copenhague.  


Puertas que se abren y se cierran
descubriendo grandes fotografías de personas muy diversas




Superficies que reflejan y deforman el paisaje dando lugar a oníricos decorados 


Murales de caballos a punto de salir en estampida...

...o dispuestos a dejarse montar por criaturas.


Collages de imágenes

Tarimas y descorados

Trampantojos espectaculares
Y en el colmo del posibilismo y de la empatía... ¿Qué pasa si lo que querías tú era precisamente ver las obras? 
Pues también puedes hacerlo, porque hay unos accesos para que los curiosos y curiosas puedan seguir la evolución de los trabajos sin que ello les signifique un peligro.  (Como aquí. Igualico)


Cuentistas de lujo

Existen muchos nombres célebres asociados a Dinamarca y Copenhague: El mítico príncipe Hamlet, el filósofo Soren Kierkegaard, el Nobel de física Niels Bohr, el director de cine Lars von Trier, el músico de Metallica Lars Ulrich, o el futbolista Michael Laudrup. 
Pero probablemente dos de los nombres más conocidos correspondan a dos cuentistas de lujo: Hans Chistian Andersen, autor de maravillosos cuentos que han trascendido todas las fronteras, y Karen Blixen, la famosa baronesa escritora cuya vida recrea la película Memorias de África.
De los dos escritores pueden visitarse sus museos... y si se es mitómano y se dispone de una saneada cuenta corriente, es posible alojarse en sendas suites dedicadas a ellos en el lujoso Hotel d'Anglaterre de la capital danesa.


Hans Christian Andersen mira constantemente el parque de atracciones Tívoli,
al otro lado de la calle.

"Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong..."

Una larga historia

La larga historia del antaño núcleo de pescadores llamado Havn, puerto en danés, ha dejado en la geografía de Copenhague hermosos edificios que se distribuyen principalmente en la parte norte y este de la ciudad.

El centro histórico es muy accesible al paseo, y los palacios, iglesias y museos, se alternan con jardines y bulevares.
La capital danesa ha sabido conservar su patrimonio arquitectónico
 y 
alberga un gran número de monumentos y edificios históricos.

¡¡Vaya metro!!
El metro de Copenhague fue considerado en 2010 como el mejor del mundo. Recorre de norte a sur la ciudad y complementa los recorridos de este a oeste del tren. Todos los accesos a las vías de las estaciones del centro de la ciudad están protegidos por mamparas.
Otra curiosidad: los trenes van sin conductor.



Mmmmmmm! Gastronomía!!

En Copenhague les gusta comer bien. Prueba de ello es que aquí está el restaurante NOMA, del chef René Redzepi,un almacén de sal recuperado al lado de un canal y considerado  durante varios años el espacio gastronómico mejor del mundo.  (Este año 2015 sin embargo "El Celler de Can Roca" se ha quedado con el primer lugar). 
La capital cuenta además con varios restaurantes con una estrella Michelín. 
Sin embargo, y aunque el IVA es de un 25%,  no hace falta rascarse tanto el bolsillo para comer bien aquí, ya que hay una gran oferta y diversidad de locales, y en las zonas peatonales y más bohemias cercanas a la calle Stroget se puede comer griego, nórdico, italiano y lo que haga falta.
A nosotros, fans de la comida thailandesa y oriental en general, no nos costó mucho encontrar un restaurante donde comer sabu-sabu, con su recital de verduras, carnes, salsas y caldo picante.

sabu-sabu
Y cuando el bolsillo ya no aguanta más, siempre es posible comerse una rodepolser en un carrito de la calle, una salchicha roja como un perrito caliente


He disfrutado de mi estancia en Copenhague.  La meteorología ha sido propicia y la ciudad muy entretenida, cuidada y agradable. Tierra de vikingos, de pescadores, marineros y comerciantes.  Ciudad ecológica y de diseño, que cuida el pasado y el presente mirando al futuro.   Tenía ganas de ir. Y me ha gustado, sí.