lunes, 18 de noviembre de 2013

EL ÁRBOL

Casi siempre voy al cole caminando.. Me conecto el ipod, y voy hacia el trabajo por la calle Camelia.
Me encuentro con Sabaj que tiene tres hijos en Pakistán y me dice buenos días siñora Carmen; con María, exalumna administrativa de día - voz radiofónica en la noche; con Juani , la peluquera veterana que baila los domingos en la Paloma y que ya era veterana y bailaba los domingos en la Paloma hace diez años; con Line y su ombliguito con piercing...

Oigo música, saludo, y a veces, por ejemplo cuando ha llovido, hago fotos. Y cuentos.

Había una vez un árbol del parque que quería ser coral.
No es que estuviera descontento con su condición, porque era un parque agradable, y él un hermoso ejemplar ubicado en un lugar apreciado por personas lectoras y enamoradas.
Pero tenía ese sueño reiterado.
Los árboles y arbustos de alrededor llevaban con paciencia su obsesión, y aunque intentaban quitarle los pájaros de la cabeza con comentarios positivos pero realistas, el árbol cada vez lo deseaba con más fuerza.

Una noche llovió con ganas y a la mañana siguiente el suelo del parque se había llenado de grandes charcos.
El árbol se vio en uno de ellos y se imaginó coral.
Pasó el día mirándose complacido hasta que el sol
se llevó el charco a hacer su ciclo.
Por la noche, el árbol recordó una hermosa frase que había visto en uno de aquellos libros que la gente leía sentada a su sombra y dijo a sus vecinos:
-"Hay otros mundos, pero están en éste"

PARA ESE DESEO TAN MARINO,
JACK JOHNSON Y SUS OLAS