Ya estamos de vuelta en Marrakech y aún queda algún pequeño apunte en el tintero.
Por ejemplo, uno llamado Djmaá-el- Fnaá
En la medina de Marrakech, la más grande del mundo después de la de Fez, hay aproximadamente 30.000 viviendas, 19 km de muralla, 202 torres cuadradas, 22 puertas, 300.000 habitantes, más de 300 mezquitas, incontables tiendas ...
1 PLAZA JMAÁ -EL- FNÁ.
Una, única, irrepetible, vibrante, energética, inolvidable, sensual, sonora, humana, olorosa, seductora, mágica, cambiante, abigarrada, tradicional, diversa,vital, luminosa, iluminada, ambulante, humeante, incitadora, multitudinaria, agitada, evocadora, magnética, compartida, teatral, escénica, coral, caótica, bulliciosa, cuentista, hipnótica... irresistible Plaza Jmaá-el-Fná!
Ver atardecer desde alguna de las terrazas que dan a la Plaza es un espectáculo extraordinario. Observar cómo van cambiando la luz y los sonidos, asistir al espectáculo diario de su mutación en el restaurante al aire libre más grande del mundo; esperar a que cante el muecín y caiga la noche para contemplar la formación de los corrillos alrededor del lumogas de los cuentacuentos... Es inolvidable.
Otro apunte: de remember
La Mamounia
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| Hace 15 años |
Ya dije en otra entrada que hace 15 años estuvimos en Marrakech.. Estuvimos alojados en la Residencia Le Gran Sud, en el barrio de Guéliz. un alojamiento modestito pero digno, limpio y amplio, donde teníamos un apartamento con cocina, anodino pero de lo más práctico.
Pero mira por dónde que uno de los días, cogimos un taxi y nos fuimos hacia la
Mamounia, uno de los mejores hoteles del mundo. Nuest@s amig@s nos habían regalado una noche allí, y hasta allá nos fuimos con nuestro neceser.
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Yo misma hace 15 años
flipando en la habitació de las 1000 y una noches |
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Prueba fehaciente de que hace 15 años
estuvimos alojados aquí.
Ohhhhhhhhhh! |
En este viaje volví -sólo de visita-, a La Mamounia con algunos de l@s amig@s que nos regalaron la noche de las 1000 y una noches. La Mamounia continúa siendo un lugar exquisito, con un lujo sobrio, elegante, y marroquí. Me encantó volver a pasear al lado de su piscina climatizada, atravesar el Bar Italien, o ver otra vez el Bar Churchill.
No hace falta decir que no soy persona que se aloje en hoteles de lujo, no hay más que verme el "chalequito", ... incluso diría que el excesivo lujo me intimida, me hace sentir fuera de lugar además de parecerme aburrido.¡ Pero a nadie le amarga un dulce!
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| Piscina de La Mamounia |
Más remember
Fuimos en 1999. Digo el año porque creo que es un dato importante.
En 1999 aún no se había adoptado el euro como moneda comunitaria. Parece un dato baladí, pero a mi parecer no lo es. Un "todoacien" era un "todoacien". Cuando en 2000 llegó el euro hubo un gran truco de magia (visto lo visto magia negra, no me cabe la menor duda) Los "todoacien" se convirtieron por arte de birli y birloque en "todoauneuro"... y de repente nos desaparecieron en un gran truco de magia 66 pesetas! Quizá el euro no lo cambió todo, pero sí muchas cosas.
Creo que en una gran ola expansiva este fenómeno llegó a Marraquech: el euro no lo cambió todo... pero sí muchas cosas. Supongo que el "low cost" también ayudó. Ahora, parece ser que la paridad vigente es 1 dh = 1 euro. Se piden fortunas por tocar una serpiente, el primer precio de una baratija es astronómico y tienes que batallar para pagar uno razonable cuando una cosa te interesa.
La sombra del euro es alargada, amigo!
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| Antes, toldos de rayas en Jmaá-el-Fnaá |
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| Esta vez no me tatué con henna, pero los puestos seguían en su sitio |
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| Ahora al menos no llevo "chalequito":-)) |
Otro apunte sobre el color de Marrakech
Ocre "es el nombre que se aplica típicamente a un mineral terroso consistente en óxido de hierro hidratado, que frecuentemente se presenta mezclado con arcilla, y que suele ser amarillento, anaranjado o rojizo."
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| Paleta de ocre |
Marrakech, la "Perla del Sur", la "Tierra de Dios", la "Puerta del Sur", es también llamada "La Ciudad Roja". Dicen que cuando se edificó la Koutoubia, del corazón de la ciudad comenzó a brotar sangre. Tanta, que las murallas y las casas tomaron ese color rojizo. La verdad es que hay una legislación que ordena pintar todos los exteriores de los edificios de ese color.
Pero mirad esta paleta del ocre. Mirad a continuación las fotos.
¿No sería más exacto llamarla La Ocre?
Algunas imágenes más:
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Puesto de frutos secos en la Plaza Jmá. Son variados y deliciosos.
Creo que en el hotel pedíamos vino por los cacahuetes que lo acompañaban :-)
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Ginseng, alheña, almizcle, ámbar, ghassul...
un sinfín de productos se ofrecen en las herboristerías marraquechís. |
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Rejas, estanterías, celosías, marcos de espejo, lámparas, jaulas..
El zoco Haddadine o zoco de los herreros conserva todavía toda su autenticidad. |
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Tradicionalmente las grandes barbas están relacionadas con los musulmanes devotos,
aunque últimamente se relacionan también con las posturas más radicales del Islam. |
Marrakech, también de película!
Sin duda habréis reconocido a James Stewart y a Doris Day. Sí, estan delante de la Koutoubia y en la Medina de Marrakech, en dos fotogramas de la película "El hombre que sabía demasiado" de Alfred Hitchcock.
En la actualidad la ciudad organiza el Festival Internacional de Cine al que acuden estrellas de todos los continentes.
Las "paredes electorales"
En Marruecos es fácil encontrar espacios pintados y numerados en las paredes. El 32% de analfabetismo entre la gente mayor obliga a los partidos políticos a representarse por símbolos en los espacios que se habilitan para ello en las paredes de las ciudades. En las papeletas son más notorios estos símbolos que el nombre del partido que representan. Es muy fácil encontrar el candil, la balanza y la rosa, que son los partidos mayoritarios, pero hay muchos más símbolos. Si os interesa el tema clicad
este enlace
El alma de Marraquech
Las Medinas guardan la esencia de las ciudades de Marruecos.
Pasear por ellas es la garantía de asistir a un carrusel de extraordinarias imágenes.
Imágenes del pasado, recuperadas sin anestesia de nuestra memoria amodorrada, imágenes de actividades ya en desuso en nuestras asépticas ciudades occidentales, personajes y oficios recuperados de golpe de historias antiguas, de cuentos orientales.
Las Medinas incorporan toda la esencia de cada una de esas personas, de esos oficios, de esos pequeños talleres, de todos sus objetos, sus colores y olores, sus roces y ruidos, del tiempo y los hechos allá ocurridos, allá encerrados dentro de sus perímetros.
He tenido la oportunidad de visitar diferentes medinas a lo largo de cuatro viajes a Marruecos. De ellas, la más auténtica para mi gusto es la de Fez. Allá no eres el centro, pasas bastante desapercibido, la gente se dedica a su quehacer cotidiano, sin prestarte demasiada atención. Y es de agradecer.
Marraquech tiene muchísimos visitantes. Visitantes que significan evidentemente una potencial y buena fuente de ingresos. Quizá somos demasiados. Tantos, que en algunas zonas muy turísticas de la medina pueden atosigarte con los precios, pueden abroncarte por hacer una foto a...la henna! o quererte intimidar durante varios metros para que borres una foto que no has hecho pero que ellos creen que sí.
Hay que pasar lo más invisiblemente posible por esas zonas, o pasearlas de buena mañana, cuando aún está la medina perezosa. O mejor, adentrarse en territorios más alejados, menos frecuentados. Entonces puedes observar su esencia real ajena a la hostilidad, la buena onda de la gente normal, el buen humor sin objetivos comerciales.
La Medina es el alma de Marrakech. Un viaje extraordinario en ella misma. ¿Podrá seguir así por mucho tiempo? Insha'Allah!
