sábado, 8 de agosto de 2015

COPENHAGUE (2): POR LOS CANALES

Uno de los clásicos turísticos en la ciudad de Copenhague es dar un paseo por los canales.  El día está muy agradable y el precio es muy asequible, -no llega a 6 euros por un paseo de más de una hora-, así que nos embarcamos para disfrutar de la ciudad desde el agua. ¡Vamos allá!

El recorrido comienza en Nyhavn, traducido como Puerto Nuevo, que es en realidad el viejo puerto, un canal de unos quinientos metros, con preciosas casas de colores a izquierda y derecha, que para mí es uno de los lugares más bonitos y animados de la ciudad.  En las dos orillas se suceden los restaurantes, las terrazas y los músicos. Los veleros anclados terminan de conformar una de las postales más bonitas y características de Copenhague. 
Desde allí salen numerosos barcos turísticos para hacer el viaje por los canales. 
Nyhavn  fue construído a finales del siglo XVII para comunicar el mar con la ciudad antigua y que los comerciantes pudieran llegar hasta el mercado.  

Un barco-faro anclado en el canal Nyhavn,
uno de los bonitos barcos que dotan a esta zona de una gran personalidad y belleza 




Saliendo del canal Nyhavn y navegando en dirección a La Sirenita, podemos observar a derecha e izquierda diversos edificios antiguos y modernos emblemàticos de Copenhague, :


El palacio de Amalienbor, residencia de la familia real danesa
y la preciosa bóveda de la Iglesia de mármol,
donde son organizados los eventos religiosos de la familia real.

El edificio de la Ópera de Copenhague está situada en el islote de Holmen,
 justo delante del palacio de la familia real
por deseo expreso del magnate naviero que la financió.

Hablando de magnates, os presento el "barquichuelo" de Abramóvich,
el petrolero multimillonario dueño del Chelsea,
que descansaba en aguas de Copenhague sus 168 metros de longitud
que lo certifican como el segundo yate privado más grande del mundo
Su nombre, Eclipse.
La E de su nombre parece un €:
debe ser por su valor estimado de 340 millones de los susodichos.

El Eclipse no eclipsa ni mucho menos la belleza del recorrido
 por la bahía del puerto de Copenhague 
eun dia con un tiempo y una luz espectaculares.
     
A los daneses y danesas les encanta el sol y en cuanto asoma
sacan sus hamacas para disfrutar de él.

Vamos acercándonos a La Sirenita, símbolo de Copenhague, un bonito homenaje a uno de sus escritores más famosos, Hans Christian Andersen y a uno de sus cuentos más conocidos.  
La sirenita de bronce también tiene una historia: La modelo había de ser la bailarina del Teatro Real Danés Ellen Price, pero se negó a posar desnuda, por lo que el rostro de la estatua es el de la bailarina y el cuerpo es el de la mujer del escultor. 
La pequeña estatua de bronce asiste melancólica al devenir de miles de turistas que guardan turno para fotografiarse con ella. Por la noche vuelve a estar sola a orillas del Báltico en un cuento interminable. 

La Sirenita fue una donación
  del 
 empresario cervecero de la Carlberg, Carl Jacobsen.
Fue realizada por Edvard Eriksen y la pobre sirenita ha tenido que soportar una historia real de actos vandálicos

Pero como al ser humano le gustan los cuentos y a poder ser con final feliz, desde 2012 La Sirenita de Copenhague tiene un compañero que se llama Han, que quiere decir ÉL en danés.  Está situado en la vecina ciudad de Elsinore y hace compañía a la sirenita a orillas del Báltico. 

Han, el sirenito
Copenhague ha sabido conservar su patrimonio de una manera cuidadosa a la vez que ha apostado por el diseño y las vanguardias arquitectónicas.  No es extraño encontrar sus edificios históricos al lado de obras de vanguardia, como el espectacular Diamante Negro que aúna hierro y vidrio.


El Diamante negro  es un impresionante edificio que refleja el mar y el cielo.
Alberga la ampliación de la Biblioteca Real
y el Museo de Fotografía.





Dejamos la bahía y pasando por debajo de diversos puentes vamos navegando por el barrio y el canal de Christianshavn, con sus terrazas al lado del agua, sus lanchas y barcos, su colorido y su atmósfera pausada. Es un poco el contrapunto de Nyhavn, más turístico.







La iglesia barroca de Nuestro Salvador al fondo
con su bonita torre en espiral

El antiguo edificio de la Bolsa de Valores
y su torre central, con varias colas de dragón enroscadas,
es un edificio emblemático en Copenhague, construído en ladrillo rojo.
Está en la isla de Slossholmen,
zona donde están concentrados los poderes administrativos.


Tras mas de una hora de navegación volvemos al punto de partida.  La música y la animación del canal de Nyhavn nos reciben.
Aún queda tiempo para pedir una Carlsberg bien fresquita en una de las barras abiertas a la calle y una salchicha en uno de los carritos, y sentarse en la orilla del muelle a disfrutar de la música y la buena temperatura.
Como los daneses.

No hay comentarios: