viernes, 7 de agosto de 2015

COPENHAGUE (1): BICIS Y HIPPIES





Tenía muchas ganas de ir a Dinamarca, ese pequeño país... con la isla más grande del mundo. Ese país pequeño, pero con un gran pasado vikingo, navegante, feroz, temido y guerrero, que llegó hasta Constantinopla y que más tarde controló Islandia, Noruega y parte de Suecia.




Tenía ganas de conocer el país con fama de ser el menos corrupto del mundo.  Un país con un estado del bienestar de los más modernos y desarrollados basado en unos impuestos sobre el trabajo muy elevados pero que revierten de verdad en sus ciudadanos con una buena y gran cobertura social.  
Un país con una importante igualdad social y una educación de alta calidad, gratuita en todos los niveles. Un país con una larga tradición de tolerancia. 
Para más datos de esos envidiableseste enlace, o este otro.


En fin, un modelo a seguir en muchas cosas, aunque desgraciadamente, y como en otros muchos puntos de Europa, en los últimos tiempos la sombra de la ultraderecha xenófoba se va señoreando cada vez más del panorama político.  


Así que desde Bergen viajamos hasta Copenhague, la capital de Dinamarca.
Desde el cielo la impresionante obra de ingeniería del Puente de Oresund que une Dinamarca y Suecia anuncia nuestra llegada a Copenhague, una ciudad que me ha parecido abierta, muy paseable, bonita, ecológica y tranquila. Y además en verano con una temperatura muy agradable.


El puente -isla-túnel de Oresund es una magnífica obra de ingeniería
que comunica la ciudad sueca de Malmo con la capital de Dinamarca,
salvando los 16 kilómetros del estrecho del mismo nombre.

La primera imagen al llegar con el confortable metro que une el aeropuerto con el centro de la capital fue ésta:


AHHHHHH !¿Dónde dejé mi biciiiii?

Así que es de recibo comentar lo de las bicicletas en Copenhague.

1.  LAS BICICLETAS SON ...PARA TODO EL AÑO!
Los habitantes de Copenhague tienen una tradición ciclista antigua.  Ya en 1880 muchos de ellos iban al trabajo en bici, costumbre que continúa.  El 50% de los ciudadanos se desplaza al trabajo en bicicleta, incluso si llueve o nieva, hecho que se facilita por los más de 400 km. de carril bici existentes.  

En Copenhague hay muchos miles más de bicicletas que de habitantes 
y cinco veces más que coches.

Ciclistas de todas las edades y vestimentas -los hay trajeados también-, se mueven con facilidad por la ciudad. 
Los turistas pueden disponer de una bici gratuita que pueden coger en una de las estaciones y dejarla en otra.


Los desplazamientos no sólo se circunscriben a la ciudad, sino que los usuarios de bicicletas pueden visitar las playas, castillos, bosques y parques de los alrededores de Copenhague, circulando por segurísimos carriles bici.

Vaya pericia: ¡en bici y con plataformas!


Incluso existe un invento llamado Rueda Copenhague,
un motor eléctrico con energía autorr
ecargable,
que acumula la energía y la guarda para cuando más la necesites.









Copenhague ha resuelto el desplazamiento ecológico. El siguiente reto municipal es el del estacionamiento de sus bicicletas, que se amontonan en muchos lugares dificultando accesos o desplazamientos a pie. Seguro que lo consiguen.

En este enlace información sobre el tema ciclista en Copenhague.
Y en este otro, también

2. ¿Quedan hippies?

En Crhistiania

Bueno... Alguno queda en Christiania, la que nació en Copenhague como ciudad libre en los años 70 y se autoproclamó independiente del estado danés.
Joan había estado en Christiania hacía años, en los primeros tiempos de la utopía libertaria de esta miniciudad autónoma, y le hacía ilusión volver. 
Obviamente, algo te hace dudar de la continuidad real del proyecto cuando te enteras de que es la segunta atracción de Copenhague más visitada por los turistas, pero la esperanza es lo último que se pierde, así que nos dirigimos al barrio de Christianhavn, donde sigue ubicada la ciudad, en el recinto de unos antiguos cuarteles militares.


"Ayuda a Christiania comprando acciones"


El recuadro rojo con tres círculos amarillos que se ve a la izquierda
es la bandera del autoproclamado Estado de Christiania

El arco de la entrada con el nombre de Christiania da la bienvenida, y cuando se traspasa, se encuentran ya los viejos edificios recuperados, los mercadillos y la famosa Calle del Camello, la Pusher Street, donde están los puestos donde se vende marihuana y hachís y está prohibido hacer fotos por motivos obvios.  
En el resto de Christiania y con la prudencia que requiere siempre y en todas partes el hecho de tomar fotografías, yo no tuve ningún tipo de problema por hacer uso de mi cámara.

Al comienzo de Pusher Street diversos letreros avisan
de que no está permitido hacer fotos.
Por si no queda claro,
al iniciar la calle los vendedores de cannabis y hachís
te lo recuerdan a gritos.

Dentro de Christiania no circulan coches y la vida es lo más sostenible y ecológica posible.
Todas las calles son peatonales, muchas de ellas sin asfaltar. 

  
¡El único automóbil que vi, muy representativo, dicho sea de paso!





A algunos de los habitantes de Christiania,-cerca de 1000-, no les gusta en exceso el turismo, pero entienden el interés que despiertan, así que los visitantes son bienvenidos y la comunidad se beneficia de los ingresos que arrojan los pequeños restaurantes, los puestos y el bar.
En la ciudad hay un extenso programa de conciertos y actividades diversas que atrae a visitantes
El objetivo de la ciudad, ya proclamado en el 71 y que sigue leyéndose en su página web es el de "la construcción de una sociedad autónoma, en la que cada individuo es libre de expresarse y es responsable de la comunidad.  Una comunidad que se autofinancie y que evite la contaminación física y mental"
Aquí está su página, por si queréis daros una vuelta.




De momento Christiania resiste.  
Y tiene mucho mérito, porque se halla dentro de uno de los barrios más exclusivos y con más proyección de Copenhague, un auténtico y tentador caramelo para la especulación.
Ojalá dentro de unos cuantos años siga ocupando el lugar físico e ideológico que ocupa.
Para saber más cosicas sobre este barrio legendario, aquí  y  aquí .  
Y para informaciones de primera mano sobre las vicisitudes del barrio y su historia, este enlace con la conversación con uno de los habitantes de Christiania.

SALUD!


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