sábado, 1 de agosto de 2015

BERGEN (1)



Bergen desde una de las siete montañas que la rodean. 

Este verano nos hemos librado de la segunda ola de calor furioso que ha aplatanado nuestras latitudes, porque durante una semana hemos estado en tierras escandinavas: unos días en el precioso enclave noruego de Bergen y el resto de días en la cosmopolita capital danesa de Copenague.
Aquí dejo como siempre unos cuantos apuntes del viaje, teniendo en cuenta como decía siempre mi buen amigo y gran viajeroTalabarte que he visto más cosas de las que recuerdo y recuerdo más cosas de las que he visto.
Hoy toca Bergen.  Ahí van unas cuantas fotos y apuntes.

1. La lluvia
"SI AHORA NO LLUEVE, LLOVERÁ"
Hemos estado en Bergen, "La Ciudad de la Lluvia" , llevando a mano siempre el paraguas como nos aconsejaron... "porque si ahora no llueve, lloverá" .  I efectivamente ha sido así: Bergen ha demostrado ser la ciudad más lluviosa de Europa, merecedora de los comentarios de los propios bergenses como "aquí llueve 8 de cada 7 días de la semana". Cuentan incluso que ante la persistente lluvia día tras otro, un turista le preguntó a un niño si algún día dejaba de llover en la ciudad. A lo que el niño le respondió: No lo sé, señor, yo sólo tengo 12 años.
Lo que yo puedo aportar es que en Bergen he "disfrutado" de todo tipo de lluvia: lluvia sirimiri, lluvia de chaparrón,  lluvia con viento racheado, que por cierto no hay paraguas que te proteja...  Así que se aconseja buen humor en la maleta y casi mejor un buen chubasquero que paraguas!
¡El lugar se lo merece!

NO ES BERLÍN, NO :-)


2. La mágica luz

También es verdad que en estos días la lluvia nos ha dado momentos de respiro, y hemos asistido cuando salía el sol a una luz maravillosa que satura los colores de las casas, del paisaje y del cielo, mostrando la otra cara de Bergen, luminosa y colorista.
La luz de Bergen entonces es limpia y brillante y se disfruta del momento y de la temperatura que se dulcifica con el sol, y que anima todavía más a los noruegos a disfrutar de su tímido verano.
Y entonces llega el  momento mágico final, que es cuando el sol ha tenido a bien salir... y no quiere irse; cuando a las 11 de la noche todavía no se ha puesto, despistándonos así al biorritmo con 19 horas diarias de luz, animando a detenerse en una de las concurridas terrazas o a pasear por el bonito muelle de Bryggen.



3. Bryggen se escribe con B de bacalao


Tyskebryggen era el nombre alemán del barrio de Bergen en época de la Liga Hanseática

Bryggen es el precioso embarcadero con casitas de colores y techos puntiagudos que todo el mundo fotografía en Bergen. Está declarado Patrimonio de la Humanidad y es uno de los enclaves desde el  que la Liga Hanseática,- una federación de comerciantes alemanes que se instaló en estas costas en el siglo XIV-, dominó el comercio de pescado del Mar del Norte y el Mar Báltico durante 400 años.


Las casas se apoyan unas en las otras

El Museo hanseático, una visita obligada en Bergen


 En el Museo Hanseático de Bryggen y en el Museo Schotstuene se reproduce de manera cuidadosa y fidedigna cómo era la vida y cómo eran estas casas que pertenecían cada una de ellas a una compañía hanseática.  El producto estrella de este fructífero comercio era el bacalao y sus derivados. Aquí era salado, almacenado y posteriormente transportado a los puertos de Europa por la poderosa flota de la Liga hanseática. 


Escultura en madera que reproduce un bacalao en el barrio de Bryggen

En el interesante Museo se pueden ver el almacén, las habitaciones del capataz, los dormitorios de los aprendices y las distintas dependencias. A pesar de que en el barrio, todo de madera,  no se podía cocinar ni iluminar debido al riesgo de incendio, fue pasto de las llamas en diversas ocasiones y reconstruido otras tantas.
En las casas no se podía hacer lumbre para cocinar, ni para calentarse,
ni podían iluminarse las dependencias con velas o candiles por miedo a los incendios.
Las comidas calientes, las asambleas, las fiestas,
se realizaban en otro edificio, el Museo 
Schotstuen,
que también se puede visitar.


El mundo de Bryggen era un mundo de hombres solos
con unas condiciones de vida duras.

Cada compañía de comerciantes tenía un distintivo
que aún adorna la fachada de algunas de las casas de Bryggen

El Venado, uno de los símbolos que caracterizaban a una de las compañias de Bryggen

El Unicornio, otro de los símbolos.
El entramado de callejuelas y construcciones de madera que conforman Bryggen tiene un gran encanto y está ahora ocupado por tiendas, restaurantes y galerías de arte que son  abordadas por los cruceristas que desembarcan unas horas en la ciudad, considerada la puerta de los fiordos.
Cuando se van, Bryggen se transforma en un apacible e inclinado decorado de cuento.


Para saber más de este barrio histórico, este interesante enlace.

4. "Salmón de jabugo"

Muy cerca de las casitas de cuento de Bryggen está el Mercado de Pescado.  Un montón de puestos con toldos rojos ofrecen sabrosas capturas marinas: gambas, langostas, enoooormes cangrejos, arenques, caballas... y como manjar exquisito el salmón salvaje y la ballena. Los chiringuitos cocinan también sus productos y el aire se llena de aromas de mar y comida que despiertan el apetito.


De los diferentes salmones noruegos y sus peculiaridades nos informó Omar ...¡en un catalán perfecto! Era de Barcelona y estaba trabajando durante el verano en el mercado de pescados de Bergen porque solicitaban para la plaza dominio de cuatro idiomas.  No fue el único, desde luego: conocimos a diversos chic@s catalanes que trabajaban allá y se sacaban un buen sueldo. Suelen ser estudiantes de Erasmus que han pasado el curso en Noruega y que deciden sacarse unas buenas coronas en verano. 


Nos hablaron de las diferencias entre el salmón salvaje y el de piscifactoría, nos los dieron a probar, así como un poco de ballena ahumada con la que tuve mis prejuicios morales. Con la misma pericia que trataban los manjares convencían a  un grupo de japoneses para llevarse salmón envasado al vacío. Suyos eran los carteles de "SALMÓN DE JABUGO" o "SALMÓN PATA NEGRA" que atraen a turistas españoles, o el rótulo con una enorme lista de idiomas que efectivamente se hablan aquí.

5. Mas allá de Bryggen

Mas allá del muelle de las casitas pintadas que todo el mundo quiere fotografiar, la ciudad de Bergen se abre en barrios agradables para pasear, donde se ve el verdadero fluir de sus habitantes.  Las calles adoquinadas en las que crecen florecitas silvestres gracias a esa lluvia persistente, las casas primorosas, en las que cada ventana conforma un cuadro diferente desde la calle, unas con jarrones, otras con esculturas y pequeños detalles; barrios donde muchas de las calles son peatonales evitando el ruido del tráfico y dándole a toda la ciudad una agradable tranquilidad.


Bergen es una ciudad en la que es muy agradable pasear .
Está limpia, cuidada, y sus calles de adoquines transportan a otros tiempos.   





Flores y plantas adornan las puertas de muchas casas



6. El alcohol

A l@s norueg@s les gustan los bares y divertirse.
Al mínimo rayo de sol llenan las terrazas que están provistas de estufas y mantitas.
Tomarse una cerveza no es barato, -unos 8 euros, 6 fue lo menos que pagamos-, pero ya no hablemos de tomarse una copa de vino, o pedirse una botella en un restaurante!!!!
Tampoco venden vino en los supermercados, por lo que si quieres tu dosis enológica, tendrás que espabilarte.  Y nosotros nos espabilamos, claro está. Recordad este nombre VINMONOPOLET.  Son las licorerías estatales, donde se vende el alcohol a unos precios galácticos, ya que están sujetos a altos impuestos.
Si se está apunto de agotar la partida destinada a brebajes con graduación, siempre se puede recurrir a pedir Aquavit, la bebida nacional, un aguardiente de patata que se puede mezclar con vodka, extracto de lima y soda. ...

O beber agua, que es muy buena aquí y la dan gratis en todas partes!!! ;-)


7.Las siete montañas

Bergen,  está rodeada de siete montañas, responsables de las nubes orográficas que descargan su lluvia con frecuencia. Una de las atracciones de la ciudad es subir a dos de ellas, el Monte Floyen y el Monte Ulriken, para ver desde allí las hermosas vistas que ofrece. Nosotros subimos al Monte Floyen con el funicular, y efectivamente el paisaje era espectacular.

Vistas de Bergen desde el Monte Floyen

Los paseos por el Parque que hay en el monte son sumamente agradables
y permiten ver  la bonita  panorámica de la bahía de Vagen. 


Una vez arriba paseamos por el frondoso Bosque encantado de los Trolls, que ofrece unos agradables y verdes paseos. A lo largo de los senderos, fantásticos trolls tallados en los árboles aparecen aquí y allá. Quizá se quedaron petrificados porque un día les tocó el sol, como cuentan las leyendas escandinavas. 
O quizá no, quizá están esperando que nos vayamos para hacer de las suyas.;-)




8. Momentos estelares

Casi nunca pongo fotos nuestras, pero hoy voy a hacer una excepción mira por dónde. ¡Venga!


Pirata desembarcando para tomarse unos rones



Ladgerda la legendaria guerrera  
Ragnar Lodbrok el valiente rey vikingo



...NO PODÍA FALTAR FLOKI
 EL ESTRAMBÓTICO AMIGO DE RAGNAR


Mira que llamarlo Klippoteket
cuando se ve tan claro que es una pelu...

Sí, el regalo de mi santo, ¿qué?

Mira Olaf, qué troll más raro !!

¿Y el palo del selfie?

YA VALE POR HOY, QUE MAÑANA NOS VAMOS A LOS FIORDOS !!!

HA DET!

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