jueves, 9 de abril de 2015

San Francisco (1): Chinatown

He vuelto a California, esta vez a "San Fransiscou" como dicen allá, otra de las ciudades cinematográficas que vive en el imaginario popular, con sus cuestas, sus tranvías y sus majestuosos puentes sobre el Pacífico.

El Golden Gate desde Baker Beach


"If you're goin'to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair 
If you're goin' to San Francisco 
You're gonna meet some gentle people there" 

 He ido a San Francisco y -aunque algo queda de lo hippie que fui- no he llevado flores en el pelo como recomendaba Scott Mckenzie en su canción-, pero sí que he conocido allí gente amable.
También he paseado por lugares míticos pero ya ha llovido mucho desde la contracultura de los años 60, desde ese Verano del Amor que inundó de flores y colores el mundo.
Aunque donde ha habido siempre queda. Así que explicaré lo poco o mucho -según se mire-, que me han dado de sí 4 días en la ciudad antes llamada Yerba Buena, y de la que si queréis saber algo de su historia podéis clicar aquí.
Y como peliculera lo es un rato, vamos en primera sesión con...

Una de chinos: Chinatown

Y no es broma: Bruce Lee vivía en Chinatown y muchas de sus películas tuvieron como escenario este mítico barrio, nacido con la llegada de chinos a San Francisco cuando la fiebre del oro y la construcción del ferrocarril. Es un barrio muy céntrico y de visita obligada, ya que  su ambiente recuerda y mucho al de una ciudad china y retiene costumbres, idioma e identidad.



Una vez acabado el ferrocarril se cerraron las fronteras y les prohibieron llevar a sus mujeres y familia de China.  Pero con el desastroso terremoto se perdieron entre muchas otras cosas papeles y documentación, situación que aprovecharon los chinos para inscribirse como nacidos en USA y poder traer a sus familias.  Y ya puestos, volvieron a edificar Chinatown lo más exótico posible para atraer turistas.



Tiendas de alimentos, restaurantes, almacenes, boticas con miles de remedios, grafitis orientales, zodíacos chinos, verdulerías, farolillos rojos y tipografía puntiaguda dan cobijo a la segunda comunidad de chinos más numerosa fuera del país asiático, después de la de Nueva York.

La calle Grant es la más pintoresca,
aunque perderse por los callejones quizá sea lo más auténtico.
.

Las tiendas exponen, miden y pesan innumerables productos, y las farmacias chinas apilan frascos de alivios etiquetados con aspecto remotamente curativo para mis ojos occidentales, pero que llenan de clientela los establecimientos.

Raíces secas, condimentos originales, algas, productos inclasificables...
en el centro de San Francisco.
Las tiendas de Chinatown mezclan los productos chinos con los souvenirs de San Francisco,
muchos de ellos a mitad de precio que en cualquier otro lugar de la ciudad.

Este barrio lleno de color es el barrio chino más antiguo de América. Podéis leer los hitos de su historia aquí.
Lo típico es acceder a él por la Puerta del Dragón.  Esta puerta fue regalada por el gobierno de Taiwán a la ciudad en 1969 y trasladada desde el país asiático a San Francisco. El tejadillo central está rematado por dos carpas y dos dragones, seguramente elegidos por sus efectos benéficos, ya que existe una leyenda que cuenta que las carpas que consiguen remontar las cascadas se convierten en dragones y proporcionan buena fortuna.
A derecha e izquierda de las puertas laterales hay dos leones que soportan sin asomo de fiereza los cientos de fotos de los turistas que se adentran por aquí al barrio.

La señora de amarillo, impertérrita,
 haciendo tai-chi junto a la puerta. 
Los tejadillos en forma de pagodas, los farolillos chinos, las farolas y las cabinas de claro estilo oriental le acaban de dar el toque exótico a este barrio.  Pero no os penséis que esto que parece una suerte de Port Aventura es de mentira. No. Aquí la comunidad china reza, juega a las cartas, vende, compra, hace tai-chi, acude al centro cívico, edita sus periódicos, asiste al teatro y celebra sus desfiles y sus fiestas. Vive, en definitiva. El barrio satisface la necesidad del pueblo chino de preservar su cultura y de sentirse perteneciente a una comunidad cuyas raíces están muy lejanas.


He tenido la suerte de visitar los barrios chinos de Londres y Nueva York, y la verdad es que el de San Francisco los gana de calle. Además está situado en el Downtown, al lado de Unión Square, en el corazón de la ciudad, no hay que andar mucho para encontrarse en otro mundo.







Chinatown cuenta con el Chinese Historical Society Museum , que alberga importantes colecciones y organiza eventos y exposiciones. Las coloristas celebraciones de la cultura china en cada estación del año llenan de espectaculares actividades las festividades del calendario.






Es imposible no ir a Chinatown, no dejarse seducir por este barrio que resurgió de sus cenizas y conservó el encanto después del terremoto de 1906. 
Es imposible no dejarse atraer por sus bazares, no comer una galletita de la fortuna -que por cierto no nacieron en China-, o no comprar algún souvenir de los que pueblan los comercios...

Ejemmm... ¡Por ejemplo, una gorrita! :-))

En fin, una de chinos que me encantó.
Para la próxima sesión...una italiana.

Hasta luego!
回头见。huí tóu jiàn 

No hay comentarios: