BERLINCLICKS (4)

Desde luego, la historia reciente de Berlín ha sido terrible y convulsa.  Después de la atrocidad del Tercer Reich tuvo que enfrentarse a la desesperación del Muro.   Muerte, y después separación. Estremecedor.
"Las heridas se curan, pero las cicatrices quedan".  Y Berlín guarda una cicatriz que la recorre entera: Por allá donde estuvo el Muro, una doble fila de adoquines como recuerdo, como memorial constante y perpetuo del dolor. Como recordatorio de lo que nunca más debe suceder. Su construcción y su caída, dos de los hechos más significativos del siglo XX.

Con el metro nos acercamos al  Gedenkstätte Berliner Mauer, el Monumento al Muro de Berlín.  Bajamos en la estación  de Nordbanhnhof, una de las estaciones "fantasma" cuando estaba el Muro construído, en las que los trenes de Berlín Occidental pasaban de largo y los soldados vigilaban los oscuros andenes.

Estación de U-Bahm de Nordbanhnhof

Llegamos al Monumento al Muro. Las fotos de los que perdieron la vida intentando pasarlo te miran desde el memorial.  Algunas personas dejan flores. El Centro de Documentación está cerca con valiosa información.
No me lo puedo ni imaginar: De la noche a la mañana la acera de enfrente se convirtió en un lugar prohibido e inaccesible.  Los amigos o la familia de una calle más allá, amores imposibles habitando en un estado antagónico. Una desesperación.

Gedenkstätte Berliner Mauer, el Monumento al Muro de Berlín

Algunos datos:

• 2 millones y medio de personas salieron de Berlín Oriental entre 1949 y 1960. La fuga de población hizo que la DDR levantara el Muro. 
• La mayoría de berlineses dormía.  Se despertaron con una alambrada que dividía la ciudad.
• La alambrada se convirtió en una pared de hormigón reforzada por cables de acero de casi 4 metros de altura.
• 302 torres de vigilancia, 8 cruces fronterizos, trampas de arena, trincheras, vallas electrificadas, zanjas y obstáculos. 165 km. de cemento armado que cortaron 192 calles. 14.000 soldados que lo vigilaban con órdenes estrictas.

Peter Fechter

Tiene casi 20 años y ya está
cansado de soñar;
pero tras la frontera está su hogar,
su mundo y su ciudad.
Piensa que la alambrada sólo es
un trozo de metal
algo que nunca puede detener
sus ansias de volar. 

¿Os suena? Pues sí, es la canción LIBRE de Nino Bravo y habla precisamente del Muro y de una de sus víctimas: Peter Fechter, que murió en la tierra de nadie que quedaba entre los dos muros, alcanzado por los disparos de los vigilantes, ante la "imposibilidad" del Oeste y la "impasibilidad"  del Este. Muy triste.

Para saber muchas más cosas del Muro, clicad aquí , también aquí y acá.

Pero l@s visitantes de Berlín resurgimos después de los golpes duros, como la misma ciudad:  la Isla de los Museos, Patrimonio de la Humanidad nos espera, y en ella maravillas y tesoros de todas las civilizaciones, como el Altar de Pérgamo,  la Puerta de Istar o el busto de Nefertiti. Un complejo de cinco museos que atesoran joyas de más de 6.000 años de antiguedad.

Ahora una vueltecica por el centro de Berlín.   

A la voz, Marlene Dietrich.