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| Mdina, una maravilla ocre |
El ferry nos aleja de Gozo dejando una estela de espuma en el agua azul marino mientras nos acerca a Malta, la más grande de las tres islas que conforman el país. El desembarco es rápido y fluido y aquí sí, nos adentramos en la vorágine del tráfico maltés. Las prácticas de conducción que hemos hecho en Gozo no es que sirvan demasiado aquí, porque la densidad del tráfico es mucho mayor, pero ya hay cositas que hemos aprendido. A saber:
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| Un valiente |
1.Primero y fundamental: Agradecer a los dioses haber alquilado un coche con cambio automático.
2. No pegarse tanto a la izquierda cuando te atenaza el miedo, so pena de llevarte inevitablemente cualquier bordillo, o ser animado o inanimado que ose aparecer por allí.
3. Colocarse detrás de un coche y seguirlo.
4. Utilizar el Google Maps. Con reservas, eso sí, porque no siempre acierta, pero a cambio se pueden ver esos estrechos caminos secundarios y hacer prácticas de conducción marcha atrás cuando te encuentras con un coche de cara.
5.Recordar que, aunque para ellos no existen, tú sí que sabes que existen los intermitentes y los stops.
5.Y sobre todo, no contagiarse del "estilo de conducción maltés".
Por suerte, no se puede correr demasiado, así que burla, burlando, nos adentramos en la isla de Malta, con la intención de ir visitando lugares que nos quedan de camino hasta Sliema, donde basaremos nuestro campamento durante los cuatro días que estaremos por aquí.
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| El nostre cotxet |
El ferry llega a Cirkewwa, en el norte de la isla, muy cerca del Popeye Village, el set de rodaje de la película Popeye que tras finalizar la filmación se convirtió en una atracción más de Malta.
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| Popeye Village, en la bonita bahía de Anchor Bay |
Un total de 19 edificios reproduciendo una aldea americana de los años 20 conforman el plató cinematográfico convertido en parque temático. Toda una serie de espectáculos de marionetas, talleres, degustaciones y un sinfín de actividades se ofrecen en las bonitas casas de madera. Madera por cierto, traída de Canadá, ya que en Malta no hay bosques. Pero buenos son los americanos, la Paramount y la Walt Disney para que les corte el rollo una tontería de inconveniente así.
Tras un vistazo desde lo alto del acantilado del Village y de la preciosa bahía de Anchor Bay, nos aventuramos a la verdadera "atracción" que nos depara el lugar: conseguir volver a la carretera principal por un sinuoso y tortuoso camino, ya que un pedazo de camión avisa de la carretera cortada por obras.
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| Popeye, su novia Olivia, su hijo Cocoliso, y el resto de personajes, «habitan» esta pequeña aldea. Hay espectáculos y atracciones en el marco incomparable de la costa maltesa |
Mdina, su antigua capital, antigua residencia de nobles, se yergue hermosa y amurallada sobre una colina. En la actualidad todavía las familias acaudaladas o aristócratas de Malta tienen casa aquí, en la llamada Ciudad del Silencio, llena de palacetes y edificios religiosos.
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| Mdina, antigua capital de Malta |
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| La Puerta de Vilhena, puerta de entrada a Mdina, llamada así en honor a Antonio de Vilhena, Gran Maestre de la Orden de Malta en el siglo XVII |
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| Palacio de Vilhena que acoge el Museo de Historia Natural de Malta |
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| Casa Gourgion, palacio neogótico en Mdina |
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| La Catedral barroca de San Pablo, una de las más importantes de Malta. La catedral original del s. XI fue gravemente dañada durante el terremoto de Sicilia de 1693 reconstruyéndola en estilo barroco el arquitecto Lorenzo Gafà |
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Hay pocos turistas, y el paseo entre las calles medievales de color ocre es verdaderamente silencioso. Mdina se llamó también Città Vechia y fue la capital hasta que La Valetta la sustituyó en 1570.
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| El tráfico rodado no está permitido en Mdina. Únicamente los carruajes de caballos pueden circular por dentro de la ciudad. |
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| Pjazza Mesquita |
En la Pjazza Mesquita, a la sombra de un árbol benéfico, hacemos un alto en el camino y pedimos un plato de quesos, componente fundamental de la personalidad culinaria de Malta. Los quesos de Malta son riquísimos y variados, de cabra, de vaca, mezclados, frescos, secados al sol, con pimienta, curados con sal. Deliciosos.
Ya hemos recuperado fuerzas para conocer Rabat, al lado de Mdina.
Rabat surgió como suburbio de la capital fuera de las murallas y ahora es una típica y bonita ciudad maltesa y aunque no es tan monumental como su vecina Mdina, es un placer perderse por su casco histórico disfrutando de sus callecitas, miradores, puertas pintadas y rincones agradables.
Rincones en Rabat
El reloj de la derecha de la iglesia nos avisa de que es buena hora ya para retomar la ruta. Sí, habéis leído bien: el de la derecha. Porque en las iglesias de Malta hay siempre dos relojes. El de la izquierda es el que miraba el demonio -por aquello de que el lado izquierdo era el del diablo-, y marca siempre una hora incorrecta. Los feligreses siempre miraban la hora de ir a Misa en el de la derecha, y así no corrían peligro de que el demonio les robara el alma mientras caminaban hacia la iglesia. Cosas de Malta.
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| La Valetta, vista desde Sliema |
Pues bien, es buena hora para dirigirnos ya a Sliema, para finalizar el día admirando desde su paseo marítimo la ciudad dorada de La Valetta, que con el sol del atardecer se pone sus mejores galas calizas para competir con el turquesa del Mediterráneo. Mañana tenemos por delante un bonito día lleno de descubrimientos en esa ciudad Patrimonio de la Humanidad que está a punto de dormirse.
¡Buenas noches!
il-Lejl it-tajjeb
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| La Valeta |
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