Plaza de Mayo |
Ahora no salgo sin la pócima, y menos hoy, día en el que nos disponemos a visitar el Centro de Buenos Aires todo lo exhaustivamente que nos permita el cansancio.
La Casa Rosada |
Un poco más allá, La Manzana de las Luces, que albergó todo un conjunto histórico con diferentes funciones a lo largo de la historia, y la primera Universidad de Buenos Aires. Allí, en el tour de visita con la inestimable sabiduría y buen hacer de la guía del lugar Alejandra, sabia, actriz, poeta, y maestra a partes iguales, dramatizamos una sesión en la Sala de Juntas de los Representantes de Buenos Aires. Fue la mar de divertido, e incluso una propuesta de mi hermana salió votada por mayoría.
Aquí, la genial Alexandra, "El Presidente y el Secretario de la Junta de Representantes", antes de someter a votación las diferentes propuestas y aprobar la de mi hermana, jeje
El Mausoleo de José de San Martín |
La Catedral Metropolitana |
El Cabildo
|
Seguimos por la Avenida de Mayo hasta el Congreso, admirando los magníficos edificios que se suceden a lo largo de sus cuadras. Porque aquí no son manzanas son cuadras. Joyas como el Palacio Barolo, inspirado en la Divina Comedia, los edificios La Inmobiliaria con sus cúpulas rojas o el Hotel Majestic transportan al esplendor de Buenos Aires.
Palacio Barolo |
Plaza de los dos Congresos |
El Congreso |
Y quién sabe, quizá estuvimos sentadas en la mesa donde Borges se tomó más de un chocolate caliente o el idolatrado Carlos Gardel lució su palmito.
El Café Tortoni |
Edificio del MOP con uno de sus dos murales de Evita |
Av. 9 de julio y Obelisco, icono de Buenos Aires, con los aros de los Juegos Olímpicos de la Juventud |
Una de las manifestaciones que pillamos en el centro durante nuestra estancia. Esta vez de conductores de "colectivos" |
La Calle Corrientes, la calle que nunca duerme |
La esquina del "cambio"
|
Ya reconfortadas tras el descanso continuamos el periplo por la impresionante Avenida 9 de Julio, una de las avenidas más anchas del mundo, en la que destaca el Obelisco, icono de la ciudad de Buenos Aires. Todo este centro está lleno de oficinas, tiendas, preciosos edificios y galerías. La Calle Corrientes con sus teatros y librerías, las peatonales Florida y Lavalle, llenas de establecimientos, de espectáculos callejeros, de gente que vende artesanía.
Una locura llena de "arbolitos" que es como se llaman aquí a los cambistas que ofrecen cambio por la calle, y de "cuevas", lugares donde se produce el cambio. La cantinela de "cambio", cambio", "cambio"... es continua en la calle Florida y en general por este llamado Microcentro porteño.
Pero aún queda una maravilla por ver hoy.
El Teatro Colón está lleno de chiquill@s que se benefician de la política de popularizar el Teatro, de acercar sus magníficos espectáculos a la gente en general y a la infancia en particular.
El interior es magnífico, no sólo la sala principal, con una de las acústicas mejores del mundo para la ópera, sino también sus salones y escalinatas.
Teatro Colón |
Teatro Colón |
El recorrido se ha saldado con éxito y beso los pies del Licenciado en Farmacia que creó el ungüento que salvó los míos.
Pero todavía he de explicar algo.
Hoy a falta de anécdotas con taxistas locuaces, hablaré del señor Hugo, minero del altiplano, de la Puna de Atacama, otro gran conversador, que tuvo a bien saludarnos y presentarse mientras estábamos haciendo fotos en la Avenida de Mayo, gran arteria que une la Plaza de Mayo con el Congreso.
Pero todavía he de explicar algo.
Hoy a falta de anécdotas con taxistas locuaces, hablaré del señor Hugo, minero del altiplano, de la Puna de Atacama, otro gran conversador, que tuvo a bien saludarnos y presentarse mientras estábamos haciendo fotos en la Avenida de Mayo, gran arteria que une la Plaza de Mayo con el Congreso.
Tras investigar a fondo nuestra procedencia y relación, y calibrar cual de las dos se parecía a la madre y cual al padre dada nuestras perceptibles diferencias físicas, nos hizo toda una tesis doctoral sobre los revestimientos y materiales de construcción de los más conocidos edificios de la avenida, nos dio su opinión entre muchos otros temas sobre la situación política, sobre esos artefactos infernales que eran los celulares, sobre la alarmante y progresiva falta de comunicación de la gente debido a ellos, además de bautizar el Congreso con el cariñoso apelativo de La Cueva de Alí Babá. Todo esto en una esquina, y durante un buen rato, como se puede imaginar por la diversidad y complejidad de los temas tratados.
En un momento dado de la conversación, echó mano de un portafolios con cremallera que llevaba bajo el brazo y dijo que nos iba a hacer un regalo.
Mi hermana y yo, que habíamos visto la genial película de Darín "Nueve Reinas", nos miramos. Creo que las dos pensamos a la vez: ahora viene el timo.
Mi hermana y yo, que habíamos visto la genial película de Darín "Nueve Reinas", nos miramos. Creo que las dos pensamos a la vez: ahora viene el timo.
Pero entonces, el Señor Hugo nos hizo un regalo de verdad, porque sacó de su portafolios un pequeño álbum de plastiquito y nos enseñó unas fotos de color antiguo y gastado, en las que se veía su pueblo del altiplano, los paisajes de su tierra, y sus familiares. Incluso una foto de su abuela que murió con más de 100 años.
El señor Hugo nos había enseñado sus recuerdos, sus cariños, sus raíces y casi su alma en medio de una avenida llena de gente y tráfico de Buenos Aires.
Realmente, un regalo.
Le agradecimos cariñosamente el detalle y nos despedimos de él con afecto mientras cruzaba el semáforo, que cambió de color muchas veces mientras Hugo el minero nos abría su corazón.
Creo que merecía la pena contarlo. Casi, casi, fue lo mejor del día.
Y ya es decir.
Chau, chau, hasta la próxima entrada!!
Creo que merecía la pena contarlo. Casi, casi, fue lo mejor del día.
Y ya es decir.
Chau, chau, hasta la próxima entrada!!
2 comentarios:
Molt bons reportatges que com lector és de justícia agrair.
M'ha cridat l'atenció la semblança del Teatro Colón amb el Liceu de Barcelona. Aquí ho pots comprovar tu mateixa goo.gl/H5jdBF
Moltíssimes gràcies Josep Maria! Que un lector com tu em faci aquest comentari és tot un honor. i sí, molt cert. Se semblen. Dues joies de l'art i la cultura!Muack!
Publicar un comentario