A mí me gusta ir al Raval. Me gustan sus contrastes, sus olores, el movimiento callejero, el exceso, las tiendas, los colores. Considero que es una mezcla estimulante y me parece que estoy de viaje. Pero no pierdo de vista que no soy uno de sus habitantes. Soy una visitante y estoy de paso. Detrás del exotismo hay luces y sombras, hay gente que vive el día a día, que no está de paso. Detrás del exotismo también hay problemas. El Raval no es un espectáculo aunque tenga los colores de una función.
6 comentarios:
Qué foto más bonita!!! La verdad es que me has hecho pensar que ahora en todos los cascos antiguos de las ciudades, tengo la misma sensación que cuando estuve en Estambul.
Nunca había visto tanta mezcla de culturas, de creencias, de idiomas, de razas...Bueno, pues ya lo tenemos aquí y le llaman globalización. Aunque yo creo que aquí nos mezclamos todos hace muchos, muchos años...
Besitos
Hola y gracias,Pepa! A mí también me gusta, parece que he hecho un viaje rápido a Pakistán.
No trabajes tanto y entra más veces, que aquí se te echa de menos!!! Por cierto, vaya ciudad que has ido a nombrar: Istambul!!, una de mis preferidas!!!
Un besico!!!!
La princesa del Rawal, què maca!
Petonets de tardor
Petonets de veranillo de San Miguel
Sí senyora, el meu antic barri i tu copsant-li la gràcia!! Bsikos
L'afegiré quan publique la meua Crònica de Brunipur: això queda a prop del meu "Far de Ravalesh", tat(hehe)?
Y yo te la cederé bien a gusto de tener ese honor, Mathildar de Brunipur.
BESIKOS!!!!
Publicar un comentario