Fotografia de Chi Yim Sin |
SUBsuelo de Pekín. Pequeños habitáculos que cobijan más de 1 millón de trabajadores migrantes. La vida subterránea es a veces la única opción a los precios de la superficie, y pósters, cocinas económicas, armarios improvisados, televisiones, ventanas sin aire y futones con el logotipo de Calvin Klein llenan los minúsculos espacios que nunca ven el sol. Retazos de vida que la fotógrafa Chi Yim Sin ha captado en su viaje por las catacumbas de la capital china. Ambientes precarios, escuetas decoraciones con lo imprescindible, pero también globos en forma de corazón, estampados de flores, carteles de paisajes imposibles, cielos pintados y ositos de peluche; detalles de humanidad y de poesía dignificando esos cubículos subterráneos.
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