sábado, 18 de junio de 2011

FREE DRIVING

En Arabia Saudí las mujeres están subordinadas al hombre en todos los aspectos: el matrimonio, el divorcio, la sucesión, la custodia de los hijos, la propiedad, el empleo...Y  la movilidad.
Porque en Arabia Saudí las mujeres no pueden conducir un vehículo; siempre y obligatoriamente dependen de un conductor masculino, siempre han de subordinar  su movilidad a la voluntad de un hombre.
No es que no quieran conducir, ES QUE NO LES DEJAN CONDUCIR.
Ayer fue una jornada de conducción en la que  mujeres saudíes con el carnet de conducir emitido en otros países y siguiendo el ejemplo de Manal Al-Sharif se saltaron la prohibición y condujeron sus coches por las calles saudíes en una clara acción de desobediencia y lucha.
Esperemos que la libre conducción de sus automóviles sea sólo el inicio para recuperar su lugar en el mundo y no tengan que PEDIR PERMISO A UN HOMBRE PARA VIVIR.

Por cierto, Arabia Saudí es un país rico y aliado de las grandes potencias occidentales.
De esas que se llenan la boca con los derechos fundamentales, pero no hacen nada por la condición de la mujer en éste y en casos aún más flagrantes.

4 comentarios:

Manu dijo...

Hay mucha hipocresía- Mientras tanto , nos permitimos criticar a cualquier gobierno pobre que no cumpla nuestras espectativas. Y somos muuuuy amigos de kuwaits, abu dabis, barahims,etc. A otros les perdonamos sus pequeños errores del pasado, como a Gadaffi, hasta que vuelven a caer en desgracia...

Carmen Cortés dijo...

Pero mucha, Manu!!
Los ricos tienen buena prensa sean cuales sean sus ideas,sus ideas y sus referencias.
Salud, amigo... y sprint final, que ya se acaba!

p dijo...

Que sigan trabajando en ello, que tienen nuestro apoyo desde aquí. Nuestras abuelas e incluso madres tuvieron también que soportar esas legislaciones en las que se les prohibía viajar al extranjero, comprar un inmueble, etc sin el permiso del marido o del padre. Cuanta lucha hace falta para tener lo que es de recibo.Ánimo saudíes!

Carmen Cortés dijo...

...pero hay las que luchan toda la vida. Esas son las imprescindibles.