BYE!

Muchas veces me pongo la misma selección en el Ipod mientras voy por la mañana a clase. Voy caminando y cuando llego a los grafitis del puente de la autopista, barrera física y metafísica aquí, casi siempre Tom Waits anda entonando aquello de "Waltzing Matilda, Waltzing Matilda you'll come a Waltzing Matilda, with me"... y hasta hoy, parecía que ese gánster triste tocado con su sombrero de halcón maltés, me daba unos buenos días de piano, alcohol y tabaco. Pero hoy no.

Muchas veces me pongo la misma selección en el Ipod cuando vuelvo a casa por la tarde y hasta hoy, cuando llegaba al puente de la autopista, me fijaba en el movimiento del planeta, y en cómo día a día vestía de luz un poquito más o un poquito menos el grafiti del sol. Pero hoy no.

Porque hoy, cuando he llegado al puente, los colores se habían subido al techo y allí se habían ordenado militarmente en filas y columnas, y donde estaba Bogart y todo aquel cromático alboroto de grafitos había un blanco inmaculado e impoluto. Y yo sin despedirme! Snif!
Por suerte sonaba algo alegre en el Ipod.